Finalmente entendió que su vida es frágil y finita.
La probabilidad de vivir cada día era pequeña.
Estaba en paz y justificaba sus actos pensando que cumplía con su deber y protegía a sus seres queridos. Lo confuso era que los "malos" también cumplían su deber y protegían a los suyos.
Cada segundo era un regalo... cada respiro, cada sonrisa...
Ojalá y pase pronto. Lo que sea, pero pronto...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario